"Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos, caminito de Belén, olé, olé, Holanda y olé, Holanda ya se ve, ya se ve , ya se ve"
Pues eso, que estamos a 1 día de la noche más esperada por niños y niñas de todas partes del mundo, la víspera de la Epifanía del Señor. Una tarde noche en la que nos engalanamos para ir a la Cabalgata de los Reyes Magos, en la que metemos bolsas en los bolsillos de los abrigos para coger caramelos, en la que estamos nerviosos los mayores por ver a los peques tan ilusionados, y los peques nerviosos por saludar a sus Majestades. Por la noche, cuando volvemos a casa preparamos comida y bebida para que los camellos que vienen de Oriente tan cansados repongan fuerzas y por supuesto para agasajar a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Y como manda la tradición, en todas las casas de España, los niños y niñas se levantan bien temprano el día de Reyes para ver los regalos que les han dejado, van a la cama de los papás y mamás para que los acompañemos y tras ver los regalos, desayunamos un chocolate calentito con un buen trozo de roscón de Reyes...ainssss que día más bonito y que riquísimo está el roscón, y sobre todo si es hecho en casa. Así que si aún no has hecho tu roscón, mira esta receta que es bien facilita y que te aseguro que te sorprenderá en primer lugar el sabor, y el olor que deja en toda la casa, y en segundo lugar te sorprenderá el orgullo que se siente cuando haces el roscón en casa y escuchas a todo el mundo saborear su trozo de roscón.
INGREDIENTES:
Ponemos a hervir la leche con la canela, las cortezas de limón y naranja, y cuando rompa a hervir lo apartamos del fuego y dejamos infusionar. Cuando la leche esté templada, es el momento de añadirle el agua de azahar, la miel, el ron, el azúcar y la sal.
Por otro lado, en un bol batimos los huevos y los mezclamos con la leche. A este liquido le vamos añadiendo poco a poco la harina mezclada con la levadura hasta obtener una masa homogénea, yo lo he hecho con el gancho de la amasadora, pero podéis hacerlo a mano. A continuación, le agregamos la mantequilla cortada en dados y seguimos amasando, hasta que ésta quede bien integrada. Sacamos nuestra masa del bol y lo untamos con un poco de aceite. Volvemos a meter la masa en el bol, lo tapamos con film transparente y dejamos reposar una hora en un lugar cálido (si hace mucho frío en nuestra cocina, podemos poner el horno a 50º y meter dentro la masa con la puerta entreabierta), o hasta que haya doblado el volumen.
Pasado el tiempo, enharinamos nuestra encimera o superficie lisa, nos untamos las manos con aceite porque la masa es muy pegajosa y hacemos una bola con la masa. A continuación, sacamos nuestra bandeja del horno y ponemos papel de hornear, para disponernos a hacerle un gran agujero en medio, (podemos ponerle un aro para que no pierda la forma, pero no es necesario). De nuevo dejamos reposar unos 45 minutos.
Pintamos nuestro roscón con huevo batido y decoramos según nuestro gusto. Horneamos a 180º o 190º metiendo un recipiente con agua para crear vapor dentro del horno (así evitaremos que se agriete) durante unos 20 o 25 minutos dependiendo de lo cocido que nos guste . Hay que vigilarlo para que no se pase del punto dorado, porque si se pasa quedará duro en vez de esponjoso.
Lo podemos comer solo o con relleno, (para cortarlo para rellenar hay que esperar a que esté totalmente frío)
De verdad que merece la pena hacerlo, no es una leyenda urbana eso de que saben distintos a los comprados, jejeje.
2 comentarios:
Dios que pintaza!!!muchas gracias parece muy fácil de hacer!😋😘😘😘
Gracias, sí, verdaderamente es muy fácil, solo hay que mimar la masa y no quitarle el ojo.
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