lunes, 2 de febrero de 2015

Bizcocho de Naranja y Semillas de Amapola



En los últimos tiempos está muy de moda hablar del modelo de educación de Finlandia. Todo el mundo ha visto o ha leído reportajes sobre éste modelo educativo con tan buenos resultados, y es que el viernes pasado mismo, de nuevo en las noticias de televisión, hicieron referencia a éste hablando sobre la cantidad de tareas que llevan los niños y niñas a casa en España con respecto a otros países, entre ellos Finlandia. Y es que aunque estamos en uno de los países del mundo en el que los estudiantes tienen que hacer más deberes en casa, sus resultados académicos en cambio están entre los peores. En mi opinión, el sistema educativo no está funcionando, es obvio, sólo hay que analizar los resultados, a pesar de ser de los que más reformas educativas ha llevado a cabo en los últimos tiempos. Pero además y no menos importante, creo que otro de los hándicaps existentes es la relación de la familia y la escuela.
Los padres y madres vivimos en una sociedad muy competitiva, es una realidad, y les exigimos a nuestros hijos ésa actitud, los enseñamos a ser competitivos por encima de todo, les exigimos ser los mejores, ganar siempre, los llevamos a miles de actividades extra escolares para que aprendan inglés, chino, natación, futbol, etc. y sin embargo, nos olvidamos de enseñarles valores tan importantes y fundamentales como la empatía, el esfuerzo, el respeto a la diversidad, la autonomía, a errar y aprender de ello, a ser responsables de sus actos, a ver al profesor desde el respeto y desde la admiración...y es que en muchos casos ignoramos que la maestra o el maestro que pasa con nuestros hijos e hijas la mitad del día, es la responsable de enseñarles las materias del currículo, la actitud ante el trabajo, y miles de cosas más que les enseñan de forma transversal,  pero que los valores que los convertirán en adultos de una determinada forma u otra, de esos valores, somos responsables los padres y madres.
Por eso, ésta entrada se la dedico a todas las maestras y maestros del CEIP Francisco de Goya de Almería, por la labor tan importante que hacen y desafortunadamente tan poco valorada y reconocida hoy en día, pero en especial a la seño Paqui Ventura, la seño de infantil de mis hijas que tanto quieren y admiran y que tanto queremos y admiramos Víctor y yo, por ser una gran seño y una gran persona. 



BIZCOCHO DE NARANJA Y SEMILLA DE AMAPOLAS:
Ingredientes:
  • 2 huevos L
  • 200  de azúcar
  • Ralladura fina de una naranja y un puñadito de naranjas confitadas.
  • 260 g  de harina de trigo normal
  • 1 ½ cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 1 cucharada de semillas de amapola
  • una pizca de sal
  • 120 ml de leche entera
  • ½ cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 cucharada o 2 de zumo de naranja recién exprimido
  • 120 ml de aceite de oliva suave o de girasol
Precalentamos el horno  a 180ºC y colocamos la bandeja a media altura.
En un bol mezclamos el azúcar con la ralladura de naranja y la naranja confitada, después, tamizamos la harina junto con la levadura y la sal directamente sobre el azúcar y añadimos las semillas de amapola, a continuación mezclamos bien.
En segundo lugar, batimos bien los huevos junto con la leche, el extracto de vainilla, el zumo de naranja y el aceite, hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos en él la mezcla de ingredientes líquidos y mezclamos todo con una cuchara de madera o espátula ,lo menos posible para no meter aire en la masa.
Vertemos la mezcla en un molde previamente untado de mantequilla y harina.
Lo tendremos en el horno alrededor de unos 50-55 minutos o  hasta que veamos que tiene el color dorado que nos gusta, en éste momento introducimos un pincho largo en el centro del bizcocho para saber si está ya listo o no. El pincho debe salir completamente limpio, ésta es la manera de saber que está en su punto. Muy importante: nunca debemos abrir el horno antes de pasada la mitad del tiempo prevista, ya que si no, el bizcocho no levará como debe.
Por último, dejamos enfriar  el bizcocho dentro del molde durante 10 minutos y transcurrido éste tiempo lo desmoldaremos y lo dejaremos enfriar encima de una rejilla. 
Lo podéis espolvorear con azúcar glas, o con un glaseado de chocolate o de naranja.
Y ya está, así de fácil y así de rico. De verdad, animaos a probar las semillas de amapola, estoy segura de que os encantarán.



2 comentarios:

Seño Paqui dijo...

Muchas gracias por tus palabras, mi trabajo es más gratificante con padres como vosotros, que transmitís el respeto y el cariño en la educación de vuestras hijas, que, por cierto, son maravillosas. ¡Muchos besos!

No sin mi postre dijo...

Gracias a ti siempre. Besos.