miércoles, 1 de enero de 2020

Roscos de vino




Pues ya estamos metidos en el nuevo año, 2020..., así casi sin darnos cuenta; hace nada estabamos celebrando por todo lo alto el cambio de siglo, y hoy el cambio, es de década. Pufffff, no te das cuenta de lo mayor que eres hasta que te pillas a ti misma diciendo en voz alta frases como "madre mía como pasa el tiempo", "es que el tiempo vuela",  "hace nada yo iba a fiestas de cotillón y hoy casi no llego a las uvas" jejejeje
Y la que sabe en mi familia de cambios de décadas y cambios de siglo, es mi TITA Victoria, que acaba de cumplir 90 años. Ella sí que ha vivido...y ha vivido y vive como me gustaría vivir a mi, vive dando ejemplo (sin pretenderlo, por supuesto) a todos los que la adoramos, a los que la quieren, a los que la aprecian, a los que la respetan...como dicen mis hijas: "es que la abuelita de Málaga es imposible que tenga 90 años " . Y no me gusta ser presuntuosa, pero en éste caso me gusta presumir de ella, de su vitalidad, de su educación, de su saber estar, de su sabiduría, su basta cultura popular, su sencillez, su bondad ,sus 
valores, su amabilidad...y no terminaría nunca porque es una de las personas que más admiro en mi vida y de las que más orgullosa me siento de tener, y si a su forma de ser se une a que es un pedacito de mi padre que me dejó en herencia, sólo puedo decirte: "TITA, te quiero hasta el cielo".
Y que mejor receta que unos roscos de vino típicos de Málaga que tanto me gustan y gustaban a mi padre para hablar de ti. Porque como revela la fotografía...los Borregos con alas existen. Así que gracias a la vida por otro año más a tu lado y por si a alguien le cabe duda...¡qué orgullosa estoy de ser una Borrega!


INGREDIENTES: 
  • 500 de harina de fuerza tostada
  • 250 gr de manteca de cerdo ibérica
  • 125 ml de vino dulce (en mi caso Málaga Virgen)
  • 100 gr de azúcar glas
  • ralladura de 1/2 limón
  • 30 gr de sésamo tostado
  • 1 cucharada de canela
  • azúcar glas para rebozar

Lo primero precalentamos el horno arriba y abajo a 180º C. En una sartén ponemos a fuego medio la harina para tostarla (unos 15 minutos), moviendo continuamente para que no se queme.
Cuando esté fría la tamizamos y ponemos en un bol, hacemos un hueco en el centro en el que disponemos la manteca a temperatura ambiente, la ralladura de limón, el sésamo, la canela y el vino y removemos bien hasta que se integren todos los ingredientes. Nos llevamos la masa a la superficie de trabajo (enharinada previamente para que no se pegue)  y  amasamos bien hasta obtener una masa pegajosa pero bien ligada.
Estiramos con un rodillo (echamos un poco de harina arriba en la masa para que podamos deslizar el rodillo ) y dejamos con un grosor de unos 2 cm. Con un cortapastas redondo mediano hacemos el círculo de fuera y con uno más pequeño o una boquilla hacemos el agujero interior. Los ponemos en nuestra bandeja de horno y horneamos durante unos 25 minutos, Recién sacados con cuidado los rebozamos con azúcar glas y los ponemos sobre una rejilla. Una vez fríos los volvemos a emborrizar y ya tenemos nuestros roscos de vino caseros listos para comer, de verdad que aunque parezcan trabajosos, merece la pena echar el ratito porque el sabor es muy especial. 

PD: La receta está basada en la de mi admirada Mara de @masdulcequesalado, gracias por tus fantásticas recetas, paisana. 


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